Como Notaria en España, mi labor es garantizar la seguridad jurídica en numerosos actos y negocios jurídicos. Mi función no solo responde a los casos en los que la ley exige la formalización en escritura pública, como la constitución de sociedades, sino que también brinda un valor añadido a quienes confían en mi intervención. La imparcialidad, el rigor jurídico y el carácter de funcionario público que ostento son pilares fundamentales de mi profesión.
Cada documento notarial que autorizo tiene plena eficacia jurídica: es ejecutivo, otorga certeza sobre la fecha y el hecho de su otorgamiento, y garantiza la identidad y capacidad legal de quienes lo suscriben. Mi deber es velar porque todos los actos se realicen de manera libre y voluntaria, asegurando su validez y seguridad.